jueves, 28 de marzo de 2013

Método A vs Método B: ser padres no va de eso...

Los que habitualmente leen sobre temas de bebés y crianza en internet saben que es un mundillo por el que circulan métodos y teorías de manera que a veces se crean "bandos", cual hinchadas futbolísticas. "Los del duérmete niño", "los de la crianza natural"... También en el día a día, nos encontramos con que hay gente que se ve afectada por esta especie de "bipartidismo". Para mí que la maternidad/paternidad no va de eso...

Quien haya visto algo de este blog, fácilmente me habrá podido catalogar en una de estas "corrientes" circundantes: que si criar con empatía, que si colecho, que si porteo... A decir verdad yo no me siento seguidora de ningún método ni de nada por el estilo, no me parece que ser padres funcione de esta manera. De hecho, creo que la mayoría de madres y padres blogueros no se sienten así. Es inevitable que simpatices más con unos que con otros, y estés de acuerdo con unas cosas y en desacuerdo con otras, pero uno no se hace padre/madre siguiendo un libro de instrucciones.

Antes de ser madre tenía unas ideas previas del tema. Fruto de mi experiencia como hija en primer lugar, que creo que es la "primera lección" en esto de criar y educar. Luego, ya como adulta, observas a padres e hijos, ves la maternidad en los medios de comunicación... pero algo así como de refilón, porque la cosa no va contigo. Ya cuando decidí que quería que alguien me llamase "mamá" empecé a poner mucho más interés en todo lo relacionado con el tema, y ya en el embarazo devoraba información: en la web, revistas, libros, conversaciones con los amigos, con la familia... 

Luego nace el bebé y algunas cosas de las que creías funcionan, y otras no. Realmente estás ante una persona que no conocías, ¿cómo vas a prever todo lo que va a hacer, sus reacciones, su carácter? Pues lo lógico es que te adaptes a ello, y no al revés, y esto define tu propio método de crianza. El mío, bueno, el nuestro (que para eso tengo un socio en todo este asunto) es el "Método Pablo". Esto va así, señores y señoras, un método por niño, ni siquiera un método por padre, porque maneras de criar y educar hay infinitas, al fin y al cabo se trata de relaciones entre personas y afortunadamente todos los padres y todos los niños somos diferentes. Y hasta aquí mi opinión sobre los métodos de crianza.

Hay también quien cría a sus hijos con sentido común, no como hacen los demás. Vale... ¿Y el sentido común qué viene siendo? Porque para mi madre es una cosa, para el vecino otra, para mí otra... y enarbolando la bandera del sentido común se pueden también cometer muchas tonterías. Al fin y al cabo, eso de criar con sentido común lo hacemos todos, ¿no? 

Otro modo de ver la crianza: como lo hacían las madres "de antes" y como lo hacen "las de ahora". Sí es cierto que a veces parece que esto va por modas, como el largo de las faldas, pero hay cosas que no son cuestión de eso sino de avances en investigación, de cosas que antes no se sabían. Esto se ve muy fácil aplicado a las indicaciones de los pediatras: que si el niño se pone boca arriba para dormir, de lado, boca abajo... que si se empieza la AC a los tres meses, a los cinco, a los seis... según la época y la moda imperante. Pues no, mira que yo no soy pediatra pero tengo claro que la medicina no es el "Vogue"; la medicina es una ciencia, y la ciencia avanza confirmando o desechando teorías en base a estudios. Cada vez sabemos más, porque se investiga más, y como además la ciencia no es dogmática sucede muchas veces que se comprueba que lo que antes se daba por cierto estaba errado. Y la culpa no la tiene el pediatra de hace veinte años, sino el pediatra que no se recicla, que no se adapta a los nuevos hallazgos.

Por cierto y hablando de pediatras, lo que si distingue muchas veces a las madres de antes y las de ahora, es que las de antes basaban muchas veces su conocimiento en dos cosas: el "saber" popular, (con lindezas tales como que lo que come la madre le da gases al bebé o que si tienes ardores en el embarazo el nene sale peludo...) y la sacrosanta palabra del médico, que por aquel entonces (y ahora algunos también) daba indicaciones no sólo de salud sino de crianza y educación. Y no, que me perdonen algunos, pero la pediatría no se ocupa del estudio de formas de crianza. No hay asignaturas que versen sobre donde tiene que dormir un niño,  sobre si es malo o bueno llevarlos en brazos...

En conclusión, que a mí me parece que no se trata de métodos, ni de modas, ni nada de eso. Al final todos, o casi todos que algún cabezón siempre habrá, criamos a nuestros hijos como me dice siempre PapádePablo: Ensayo y Error. Pruebas y pruebas hasta que encuentras lo que funciona, y punto. Que la idea que tenías era buena, pues fantástico; que no, pues intentas algo diferente, y no pasa nada. Para algunos está muy mal visto cambiar de opinión. Para mí es lo contrario, la virtud es ser flexible

Y tú, ¿qué opinas?

6 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo. Y me ha encantado la parte en la que explicas que la medicina no es el Vogue. Más claro, el agua. Un abrazo.

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    1. Es que claro, ya digo que no soy médico, pero no soporto que la gente de patadas a la ciencia, por decirlo de algún modo ;)
      Otro abrazo, hermosa!

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  2. Hombre, quitando los mitos, el saber popular antes ayudaba. Al menos sabían cómo poner un niño al pecho, porque hoy día ninguna de nosotras ha visto una teta cumpliendo su función con el estilo de vida que llevamos.
    Pero tienes razón, la gente pone como verdad absoluta lo que diga el pediatra o un libro y no se para a analizar a veces si de verdad le está yendo bien de esa manera.

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    1. Te doy toda la razón, igual no escogí muy bien las palabras: una cosa es el saber popular, conocimientos transmitidos de generación en generación, que esos mitos que lo salpican. Supongo que el quid de la cuestión es saber separar el grano de la paja.
      Gracias por tu aporte, y un abrazo :)

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  3. Ensayo-error es la mejor técnica que conozco! jijiji.
    Tienes razón en todo. Cada mamá y cada papá conocen a su bebé mejor que nadie... peeeeerooooooo no tienen ni idea del bebé del vecino.
    Aunque creo que (casi) todo lo que se hace con mucho respeto, amor y cariño, funciona bien...
    Un beso grande preciosa!

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    1. Estoy de acuerdo, si los miembros de una familia se quieren y se respetan, y además lo demuestran, creo que todo es más fácil.
      Otro beso!

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