Hoy, después de comer, aproveché que hacía buen tiempo para salir a dar un paseo con el peque. Nos llevamos la silla de paseo y el móvil a mano para hacer unas cuantas fotos que ilustrasen esta entrada; y es que, donde nosotros vivimos, el trayecto de un transeúnte cualquiera está plagado de pequeñas barreras arquitectónicas en forma de bordillos de acera más o menos "puñeteros". Para mí salvarlos con una silla de bebé solamente supone ser un poco hábil y empujar con algo más de fuerza, pero ¿cómo se supone que lo va a hacer un minusválido?
A continuación se pueden ver cuatro fotos.
En la primera y la tercera, (las marcadas con un "bien") el acceso al paso de peatones desde la acera es como debe de ser: hay una rampa que termina a ras del pavimento; las ruedas se deslizan con facilidad por la suave pendiente y se puede cruzar la carretera sin mayor dificultad.
La segunda foto (esquina superior derecha) es de una de las acepciones que tiene la palabra "rampa" en mi pueblo: dícese del apaño con cemento de forma escalonada hecho para salvar el bordillo de la acera que, a parte de no servir para nada, es feo de narices. Y digo que no sirve porque estuve un buen rato intentando subir con la sillita y no había manera. Claro, en el caso de un minusválido no puede ni subir ni bajar (si no quiere dejar los dientes en el asfalto, claro).
Queda la cuarta foto: un despropósito. ¿Para qué sirve rebajar la acera si se van a quedar a medio camino y dejan bordillo igual?
Pues así está la accesibilidad en este pueblo. Los padres que van con un carrito de bebé se apañan, pero las personas con silla de ruedas deberían poder moverse con cierta libertad, y lo veo muy difícil. Me he molestado en ir buscando rutas alternativas, pero siempre encuentro obstáculos, por eso no me extraño nada si veo sillas eléctricas circulando por la carretera en alguna calle...
Y por fin terminamos nuestro paseo. Pablo despertó cuando estaba a punto de cruzar el último paso de peatones. En ese han puesto rampa en un extremo, pero no han tenido a bien ponerla por el otro. Se diría que es por culpa de los recortes, pero vamos, que eso está hecho en la época pre-crisis, así que no va a ser por eso...
Tienes toda la razón, es una vergüenza para las personas que van en silla de ruedas... es una de las razones por las que no salgo nunca con el carrito (la otra es porque soy una torpe, jeje) y la llevo en la mochila o bandolera. Pero porque yo puedo elegir... la gente que no puede (vease minusvalidos) lo tiene jodido :(
ResponderEliminarGracias por la denuncia!!!
Gracias a ti como siempre, por pasarte y opinar!
EliminarSoy R y parte de mi trabajo consiste en salir a pasear por los pueblos de alrrededor con personas en sillas de ruedas y hasta ese momento,como vosotras con los carritos, no te das cuenta de la cantidad de barreras arquitectónicas que hay, y lo peor es que una catidad considerable en obras relativamente nuevas.
ResponderEliminarNo pensaba yo verme en la plaza Garcia Hermanos y tener que ir hasta la carretera para salvar con una silla eléctrica una acera que cruza toda la plaza, y con ese panorama nos encontramos despues de hacer una ruta más larga para evitar circular por el medio de la carretera.
Había que poner a andar en sillas de ruedas a todos estes ingenieros que diseñan estas magníficas obras...
Pues lo más preocupante de lo que nos cuentas es lo de que se den estos casos en obras nuevas. Como por los otros sitios que vais sea así también... Gracias por tu aportación, biquiños.
EliminarPD: en lugar de como anónimo puedes firmar como R o como tú quieras ;) jeje