miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tres a la mesa

Esta semana Pablo ha estrenado su trona. Y como se puede ver en la foto, y si no se ve lo explico yo, es una trona diseñada para utilizar a partir de los seis meses, que es cuando por lo general los niños ya están preparados para empezar a probar alimentos porque se sostienen sentados sin ayuda. Esto se debe a que no se reclina, ya que la idea es utilizarla solamente para lo que está pensada: comer. Quien lea esto podría preguntarse a qué viene entonces utilizarla con un niño de cuatro meses y medio. Principalmente lo hemos decidido por dos razones:


Primera razón: PapádePablo y yo empezamos a echar de menos comer juntos con cierta comodidad. Porque en nuestra casa, hasta ahora, se ha comido por turnos. Primero como yo, y luego come el padre, y de paso el niño también. Comer mientras el niño duerme es ciencia ficción, porque cuando duerme durante el día, en cuanto lo soltamos de los brazos y lo ponemos en la cuna, la cama o el capazo, se despierta automáticamente. Quien dice automáticamente dice a los tres minutos, pero vamos, más tiempo es muy poco probable tirando hacia lo imposible. Y comer con una mano sujetando al niño con la otra siempre acaba siendo comer a medias, y eso que PapádePablo todavía se da cierta maña... A mí me cuesta mucho más, acabo jugando con él pero sin comer.

Segunda razón: Cuando comemos Pablo no nos quita ojo. Vamos, la verdad es que no se pierde detalle cuando plancho, o cocino, o realizo cualquier tarea mientras su padre lo tiene en brazos, pero es que cuando comemos ¡alucina! Su cara es un poema. Yo no sé si son así todos los niños, pero definitivamente parece que lo encuentra apasionante. Tanto interés tiene que a veces pienso que quiere probar la comida también, pero la verdad es que creo que todavía le falta bastante para estar preparado. Eso sí, la curiosidad la tiene toda, y si me descuido mete la mano al plato.

Por todo ello hemos pensado que Pablo merece sentarse a la mesa con nosotros. Al principio tenía mis reservas, porque es pequeño y tenía miedo de que la postura no fuese adecuada para él, pero la verdad es que se sostiene bastante derecho con algo de ayuda, y decidimos hacer la prueba y ponerlo un ratito corto. Lo justo para que yo coma, que de momento me parece suficiente para que no se canse. Pues caramba, ha sido todo un éxito. La primera vez abría los ojos como platos y giraba la cabeza para todos los lados, y las siguientes parece que lo pasa bien: examina su trona, mira para el suelo (todavía está asimilando a dónde lo hemos encaramado), nos mira y se ríe, y juega con cosas que ponemos en la mesa. Y nos vuelve a mirar y sonríe feliz.

El secreto del asunto es que la trona no tiene bandeja, está diseñada para utilizarla en la mesa de los adultos. Está sentado a nuestra altura, a la mesa con nosotros. Creo que está tan feliz porque se siente integrado. Bueno, no se siente, está integrado, es uno más a la mesa. Igual que es uno más cuando dormimos, o cuando vamos de compras... No lo hemos hecho en todas las comidas, pero sí ha estado un ratito cada día y me parece que está dando un paso muy importante. Y yo también, que hoy he tomado postre y luego una infusión, jejeje. Mi niño se hace mayor, ainssssss...


4 comentarios:

  1. Lo de integrar a los niños en las comidas es lo mejor. De hecho es la base del baby led-weaning. Y si, las tronas solo deberían usarse para comer, pienso igual :)
    Lo de llamarle la atención... Olivia también lo mira fascinada, pero igual que mira como me lavo los dientes... como tu dices, no significa que estén preparados para comer. Solo les llama la atención como cualquier otra cosa.
    Yo he comido muchas veces dándole la teta a Olivia a la vez... una se vuelve ambidiestra que da gusto, verdad?

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  2. Jejejeje, sí, la maternidad desarrolla habilidades desconocidas, son todo ventajas XDDDD

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  3. Qué bueno!!! Chewy va a hacer 4 meses ahora y le pasa como a Pablo, es super super curiosa cuando comemos, y encima se descojona la tía, nosotros también pensábamos que era raro pero ya veo que a ti también te pasa jeje, qué salaos que son. Lo de la trona me parece genial y el diseño me parece muy bueno por lo de que se acople a la mesa, te puedo preguntar ¿de dónde es? Nosotros aun tardaremos un poco porque la verdad es que tenemos suerte y aguanta dormida o bien sentada en su hamaca mientras comemos pero integrarla en la mesa me parece imprescindible!!

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  4. Bueno, no es que se acople en el sentido estricto, es que es una silla más, y queda sentadito a nuestra altura. Los fabricantes no la hacen con bandeja para eso, para que se ponga a los niños en su silla a la mesa con todos desde el principio. A mí no me gustaba nada la idea de poner al niño a parte para comer, y cuando vi por internet en qué consistían las tronas evolutivas me dije: esta va a ser. La va a usar el tiempo que quiera, porque luego es una silla de mayor. Además tuve la suerte de que me la regalase una prima mía que es un sol. La trona es esta: http://www.stokke.com/es-es/highchair.aspx

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