domingo, 23 de diciembre de 2012

En mi casa reina la anarquía horaria



Pues sí, como lo estáis leyendo. Pablo hoy cumple seis meses, y todavía no le hemos creado sus rutinas. ¿Qué rutinas? Pues no sé, esas famosas que dicen que todo niño necesita, ¿no?
Desde que la gente de mi alrededor se enteró de que iba a ser madre, empecé a escuchar de vez en cuando que lo importante es que los bebés tengan unos horarios estrictos, y que cambiárselos les "descolocaba". También lo leía en páginas de internet: que las rutinas son fundamentales para criar a un bebé, que hay que dormir siempre en el mismo sitio y a la misma hora, que si patatín, que si patatán...

En primer lugar, definamos lo que se entiende por "rutina", por ejemplo, para dormir. Las rutinas de sueño consisten en seguir cada día unas pautas determinadas que precedan al momento de dormir, que deben ser siempre a la misma hora. Así, se inducirá al niño al sueño con facilidad, puesto que al repetirlas día tras día él ya sabe que después de una cosa viene la otra. Lo típico es que recomienden un baño, que es muy relajante para los bebés, un masaje, la última toma de la noche y ¡a dormir!

Yo no voy a ponerme a dudar de la conveniencia de las rutinas y de lo mucho que le gustan a los niños. Estoy totalmente convencida de que el mundo está lleno de niños que se sienten muy relajados porque saben qué van a hacer en cada momento del día, y les altera mucho que les cambien esas costumbres. Lo que voy a hacer es contaros cómo veo y vivo el tema con mi hijo. 

En primer lugar, nunca he sido yo una persona muy amante de las costumbres repetitivas y rutinarias. No soy capaz de marcarme un ritmo estricto para hacer determinadas cosas, ni falta que me hace tampoco. No me gusta comer todos los lunes lo mismo y cuando salgo de paseo no voy siempre por el mismo sitio, ¡que hastío! Comer y dormir lo hago cuando me viene bien, porque tras años de trabajar a turnos de mañana, tarde y noche, soy muy adaptable. El que necesite comer todos los días a las 14:00, un suponer, va a pasarlo fatal con turnos rotativos. Lo normal es que unos días comas a la una y otros a las tres...

En lo que respecta a Pablo, lo único que hemos hecho es dedicarnos a atender sus necesidades: come cuando quiere, duerme cuando lo necesita, jugamos cuando le apetece... Observando un poco me he ido dando cuenta de que se crea sus propios ritmos sin que nadie se los marque, y así es como creo que debe ser. Esto no quiere decir que lo haga todo como un reloj, porque habrá días que se duerma a las once y otros a la una o una y media. Y es que sus días tampoco son siempre iguales: a veces está más cansado, no ha dormido alguna de las siestas que suele hacer, o ha dormido más de lo habitual por la tarde. Hay días que salimos y otros que no, visitas a los abuelos, jornadas de compras... 

El famoso baño para antes de dormir tampoco lo seguimos a rajatabla. Habitualmente lo bañamos después de cenar, pero hay días que se ensucia mucho y lo bañamos antes. Además, los sábados no lo solemos bañar, y lo dejamos para el domingo por la mañana. De momento no vemos ninguna diferencia de bañarlo a no bañarlo respecto al sueño. Eso sí, muy relajado no se le ve: el baño le encanta y se divierte un montón chapoteando y jugando con sus patos de goma borrachos (es que flotan boca abajo o de lado, los pobres, jajajaja)

Luego está el tema de las comidas: no tengo ni "pajolera" idea de cuántas veces ni a qué horas come mi hijo.  No llevo cuenta de los despertares nocturnos porque come y sigue durmiendo, y yo habitualmente también. Ahora que empiece en serio con la alimentación complementaria, empezaremos a darle a probar cosas a la hora que nosotros comemos, y listo.

La intención de este post es desafiarme a mí misma: a ver cuánto tiempo aguantamos sin necesidad de marcar horarios estrictos. Hoy, a los seis meses de edad de Pablo, vivimos felices en nuestras costumbres flexibles. ¿Seguiremos igual dentro de un tiempo o el niño estará desorientado, irritable y cansado y necesitaremos de las famosas y socorridas rutinas? Seguiremos informando.

10 comentarios:

  1. Abajo las rutinas! Yo nunca las he entendido... es que acaso los adultos las seguimos? Nos levantamos los fines de semana a la misma hora que entre semana? O que en vacaciones? Comemos a la misma hora? Noooo!!! Olivia sigue horarios entre semana porque se los marca la guardería (igual que a mi el trabajo) pero el fin de semana aquí no hay horario que valga (salvo la noche que más o menos suele tener sueño a partir de las 9,30). Desde luego si siguiese de baja de maternidad como tu, Olivia seguiría mis no-horarios igual que Pablo :)
    Con la teta todo es comodisimo... cuando tiene hambre mama, y luego cuando nosotros comemos, pues ella también con el BLW, y un día es a las 2, y otro a las 4, y otro si esta dormida, pues sólo teta y a correr. Ayer nos fuimos al centro de paseo, y vi en medio de la calle a una madre, de pie, con el frío que hacia, con el tupper de papilla de frutas endiñandoselo al niño en medio de la calle porque era "la hora de la fruta" y el padre y el otro hijo esperando al lado tiritando. Ojiplatica me quede. Nosotros entramos en un bar a tomar unas cañas y le di la teta a Olivia sin bajarla de la mochila mientras yo me tomaba mi pincho. Como me alegro de ser una anárquica! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, lo que yo decía: esa pobre madre la de malabarismos que debe de hacer para seguir los horarios... Yo animo a la gente a que prueben esto de la "anarquía" a ver qué tal les va, y si luego no les resulta siempre están muy a tiempo de establecer rutinas.

      Tienes razón con lo de la teta: es lo más cómodo que hay. Ahora reconozco que nos da un poco de pereza pensar en empezar con la AC, porque sabemos que vamos a manchar mucho más y necesitamos más tiempo para que coma también. Pero bueno, será divertido :-)

      ¡Gracias por la visita, guapa!

      Eliminar
    2. Por cierto... felicidades a Pablo! A partir de ahora tienes barra libre de zanahoria amigo! Jijiji! A mi también me daba pereza la AC, pero si te la tomas con relax, ya verás que todo va guay, y mola tanto verlos comer! :)

      Eliminar
  2. Yo sí que le doy importancia a las rutinas. Creo que son útiles, aunque supongo que no son necesarias, no sé. No me refiero a los "rituales", sino a llevar un orden en las actividades del día. Comer a la misma hora, la siesta más o menos a la misma hora, cena y a dormir a la misma hora. A mí me ayuda a organizarme y a mi niño creo que le sientan bien. Gracias a ellas hemos conseguido que Juanito se vaya a la cama todos los días a las 9, relajado y sin dramas, y que se duerma fácilmente. Por supuesto somos flexibles, sobre todo en vacaciones y los fines de semana. Y mi gorda, que es de la quinta de tu Pablo, tampoco tiene horarios de sueño y comida aún. Tan sólo sé que se pone somnolienta sobre las 9, así que procuro estar en casa y tener un ambiente tranquilo a esa hora, nada más. Conforme vaya creciendo, ya se verá.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tengo la sospecha de que eres una persona más organizada que yo, jejeje. Yo lo del ambiente relajado también lo procuro de noche, aunque de momento no duerme si alguno de nosotros no se va a dormir también, abre el ojo y no nos ve y ya se despierta, el tío.
      Por lo que me cuentas los horarios van mejor cuando son algo más mayorcitos, como Juanito. Yo también iré replanteando el asunto según crezca.
      Gracias y biquiños!

      Eliminar
  3. Estoy de acuerdo con Desastremadre. Creo q nunca vienen mal las rutinas, en mi caso, mi bebé a la hora de dormir por la noche se la creò él sólo, termina de cenar los cereales y es matemático: cierra los ojos inmediatamente y se acurruca. Desde hace 1 mes y medio hace eso. Lo subo a la cuna y duerme toda la noche.
    Por la tarde trabajo desde casa y también me viene bien para organizarme.
    Un beso a todas!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué guay que se duerma temprano, y sin necesidad de imponérselo! A mi hijo lo que le gusta es acostarse tarde, y luego dormir media mañana. ¿A quién habrá salido? (Vale, mamá, vale, ya me callo...)A ver si van a tener los genes algo que ver XDDDDD

      Gracias por contarnos lo que haces tú, en este caso cada experiencia es distinta y me gusta que transmitamos eso: cada niño es un mundo.
      ¡Biquiños!

      Eliminar
  4. En esta familia tiene pinta de que todo va a ser anarquía, somos un desastre :s
    Aunque en realidad finalmente cada uno hace lo que mejor le venga, no? Y si Pablo está estupendamente así, yo que me alegro ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues claro que sí, no te preocupes, ser un desastre tampoco está tan mal, a nosotros nos encanta, jejejeje.
      Gracias por comentar! :)

      Eliminar
  5. Tengo un sobrino de 19 años. Está super-desorganizado. Trasnocha viendo la TV o enganchado a Internet. Duerme hasta bien entrada la mañana, se echa siestas de 3 horas. A la noche, si se acuesta antes de las 3 ya no duerme (evidentemente tiene repartido el sueño durante el día). No desayuna y se pone ciego a partir de las 21:00... El problema es que CONVIVE con más personas y su caos les repercute todas y mucho. A él también. Cuando llega la hora de ir al insti a clase o a exámenes está durmiendo. Luego se siente mal porque ve que se queda atrás respecto a sus amigos, hermanos, etc. Sinceramente me parece muy poco saludable esta anarquía.

    ResponderEliminar

¿Qué opinas? Anímate a dejar tu huella