martes, 18 de diciembre de 2012

De pinchos con Pablo

Hace un par de fines de semana salimos de pinchos y cañas con el niño (0,0 para mí, total la cerveza normal ahora con la falta de costumbre ya me sabe a colonia, pffffff). Las fotos que acompañan esta entrada son algunos de los ricos bocados que nos comimos, ahí las dejo para poneros los dientes largos, jejeje. Se celebraba la "Semana del Pincho" en donde vivimos, y no nos íbamos a quedar en casa con los hosteleros  compitiendo por ver quién hacía el pinchito más rico, no señor, faltaría más.

La foto más grande es del risotto ganador, mmmm!

Nos lo pasamos en grande, Pablo incluido,  y de hecho estuvimos más de seis horas fuera de casa y lo llevó estupendamente, echando algún que otro sueñecito. Le gusta el movimiento, y ver gente, y además es de momento un niño muy sociable. Tan bien nos fue el sábado, que repetimos el domingo. Claro, es que eran muchos pinchos, y los que nos quedaron por probar... pero es cierto que salir con un bebé supone algunos problemas.

De las dificultades que plantean las barreras urbanísticas para ir con una silla de bebé por las aceras ya os he hablado en otra ocasión. El sábado la llevamos porque íbamos a una zona del casco histórico con calles relativamente anchas y de fácil acceso. Aclaro que es una silla todo-terreno, y moverse por el pavimento empedrado es relativamente sencillo. Todo fue bien hasta que llegamos a un bar con tres escalones en la entrada, grmbpffff... ññejjjj... ¡hala, ya estamos dentro! Los locales pequeños aprovechan el espacio como buenamente pueden, y la siguiente dificultad que te encuentras es donde situar la silla de marras para que no estorbe a tus acompañantes ni a la camarera. Sobretodo a la camarera, que no es cuestión de irle poniendo obstáculos y se le caigan las consumiciones. Conste que en todos los sitios a los que he ido son muy amables y no se quejan nunca apañándoselas con sorprendente habilidad, pero estorbar les estorbamos un poco, la verdad. 

Lo bueno de llevar la silla fue que se echó un par de siestas en ella, tan cómodamente y abrigado, metido en su saco térmico, que mi amiga R. estuvo a punto de sacar al niño para meterse ella. Bueeeeno, no, sacarlo no, pero creo que ha llamado al fabricante para pedir una de su talla, a ver si tiene éxito XDDDD

  Como nos quedamos con ganas de más, volvimos el domingo. El resto de locales participantes en el concurso de pinchos está en un barrio judío medieval con callejuelas estrechas y empinadas, suelo empedrado y para colmo escalones. Hay partes que hay que pasar incluso en fila india. En un escenario como éste yo recomiendo la mochila sin lugar a dudas. Nada como llevar al niño encima para moverse con agilidad en lugares llenos de gente, no hay color. La experiencia es muy agradable: no hay que preocuparse de "aparcar" vehículos, te sientas y ya está. Eso sí, acaba pasando factura cuando llevas un buen rato de aquí para allá, por lo menos en mi caso. Porque vaya, no sé qué comerá este niño (bueno, sí lo sé, es un decir XDD), pero pesa un montonazo. Menos mal que un par de amables caballeros (el padre y el tío de la criatura) tuvieron a bien tomar el relevo un rato.

Hay algo con lo que hay que enfrentarse tarde o temprano cuando se sale con un bebé, y es el cambiarle los pañales. En todo el pueblo solamente conozco una cafetería que tiene cambiador en el baño, y pocos lugares en los que hay una superficie suficientemente grande para poner un cambiador portátil de esos de tela que siempre llevamos en el bolso. En uno de los sitios a los que fuimos pudimos aprovechar que  la planta superior del local estaba cerrada, y lo cambió PapádePablo encima de una mesa. Otra opción cuando se lleva la silla es cambiarlo en ella, es mil veces más fácil en un capazo pero se hace un apaño. Luego está la solución que me dio mi madre: pues te vas para casa. Eeeeeem... bueno, sí, si hace falta se marcha uno para casa y santas pascuas, pero por suerte no nos vimos en el caso.

En fin, el niño estuvo tan contento que mereció la pena el trajín, sin duda. Y es que yo, para decidir ir o no ir a un sitio, me baso en la siguiente premisa: si mi hijo no puede ir, yo tampoco

17 comentarios:

  1. Me gusta esa premisa, yo también la tengo :)
    Otra cosa es que algún dia pretenda ir a una cena de chicas yo sola (como era mi intención hace unas semanas, jeje) o algo así...
    Me alegro de que lo pasaseis guay! yo le doy al porteo cuando salimos por ahí sin duda... una recomendación... yo me he pasado al porteo a la espalda, y estoy encantada! anímate! que además para hacer las cosas de casa es básico, y puedes cocinar, planchar, y simplemente depilarte las cejas ;)
    Miles de besos!!!

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    1. ¿Y con cuántos meses empezaste? Es que tengo miedo de que sea demasiado pequeño. La verdad, tendré que repasar las instrucciones que venían con la mochila a ver qué dice al respecto. Porque claro, ahora que lo dices, sí que va a resultar práctico... ¿Y la posición a la cadera la has probado? Yo coloco al niño instintivamente en la cadera cuando lo llevo en brazos, me resulta muy cómodo, pero tengo la impresión de que con la mochila igual es un tanto lioso, no sé...
      Estoy contigo, una cena especial es harina de otro costal, yo más adelante también lo haré, cuando Pablo coma más cosas y lo pueda dejar con su padre sabiendo que no se me muere de hambre ni se me deshidrata. Ya, ya sé, son exageraciones de madre, jajajaja.
      ¡Bicos!

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    2. Mmmmm... en teoría se puede portear a un bebe a la espalda desde que nace, todo depende de la maestría de su madre, jejejeje. Además Pablo ya se sienta perfectamente! ponerselo a la espalda es facilisimo, creeme, pero si quieres mira en youtube videos y verás lo sencillo que es. Para las primeras veces te recomiendo que lo pruebes en casa (para que Pablo también se haga) y si quieres encima de una cama, si así te sientes mas segura. Pero en dos o tres veces que te la coloques, vas a ser una maestra! el peso a la espalda se nota muchiiiisimo menos, ya verás! y para hacer cosas en casa es genial!
      Yo la ergo a la cadera no la uso porque para eso tengo la bandolera de anillas... pero será igual supongo ;) por qué será que todas las madres apoyamos a los hijos instintivamente en la cadera? yo la llevo siempre así, jajaja. En cambio elpadredelacriatura nunca, papádePablo tampoco no? qué cosas... parece que nuestras caderas están hechas para ello :)
      Cualquier duda o si quieres hablar o lo que sea, escribeme al email cuando quieras!!
      Besos mil!!

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  2. Yo quiero el carrito completo, pero va a tener que ser eléctrico porque no veo a nadie dispuesto a empujar.

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    1. Jejeje, sí, ese va a ser el problema. No creo yo que tu señor consorte esté por la labor...

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  3. Que pintaza esas tapas, no me extraña q repitierais, me alegro que Pablo también estuviera agustito en su carro, a veces yo también me metería ahí. Nosotros ahora seguimos la misma premisa con los bares, es complicado porque no todos están acondicionados pero bueno si hay q hacer una excepción se hace. La mochila pa nosotros fundamental también pa salir x el centro!
    Besos ñ

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    1. Y pensar que antes no había estos artilugios tan prácticos... Claro que las mamás tampoco iban de bares. ¡Que viva el progreso, jejejeje!

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  4. Yo también pienso antes de salir de casa dónde ir. y la mochila por supuesto es esencial!!!!! besotes!!!

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    1. Sí, la improvisación pura y dura está reñida con la maternidad, ainsss... Está visto que la mochila es un must, ¡no podemos vivir sin ella!
      Muaks!

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  5. Hola! Yo aún no he dejado al rubio con nadie, ni entra en mis planes de momento. Pues mi madre y mi suegra nada, que no lo entienden! Que tenemos que salir, dicen, para quedárselo alguna! Qué plomas! Y es que mi novio y yo pensamos igual, vamos donde podamos ir con el peque, que para eso hemos querido tenerlo! Tanta locura parece? Aiiins...!xD

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    1. Ya te digo, parece que nos tachan de sobreprotectores... Yo creo que es mejor que salgan las abuelas, jejejeje. Bicos!

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  6. ¡Qué buena pinta tiene todo!
    Es verdad que salir con ellos es una odisea. A mí me gusta llevar el portabebés porque te manejas mejor y vas donde quieres, aunque al rato de estar parados la niña se revuelve y se quiere salir. Y lo del tema cambio de pañal, qué horror, se me quitan las ganas de salir, jeje.
    Un abrazo.

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    1. ¡Pues sabían aún mejor!
      Veo que todas tenemos nuestros percances, jeje, Pablo cuando se aburre también quiere salir, son unos culillos inquietos ;)

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    2. Por cierto, que la foto de arriba a la derecha ganó el premio popular ;-)

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    3. ¡No lo sabía! Pues lo merecía, sí, porque estaba muy bueno. De hecho, creo que el premio popular es el mejor reconocimiento.
      Bicos!

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  7. Genial! Da gusto ver que hay luz en el mundo exterior con un bebé, que ese tema me tiene agobiadilla ^^
    Y encima que jartón de pinchos se dieron! Jajaja El Friki será el porteador de la niña oficial, que para algo le pago el gimnasio :P

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    1. Bien, pensado, sí señora. En nuestro caso de momento la mochila solo la he usado yo, pero a PapádePablo se la voy a adjudicar cuando el pequeño ya no sea tan pequeño, jejeje. Lo que pasa es que él aún no lo sabe XDDDDDDDD

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