miércoles, 13 de marzo de 2013

Esos piquitos de oro

Yo no sé si alguno/a se sentirá identificado con esta escena. Os voy a describir a los personajes:

  • En el centro, Pitufina, o sea la menda, con su Bebé Pitufo cualquier día en cualquier lugar de los que frecuentan cuando salen de la paz de su hogar.
  • A la izquierda, Papá Pitufo. Papá Pitufo puede ser cualquiera de los pitufos experimentados y sabios que nos rodean, y tienen a bien darle a mi hijo toda clase de instrucciones educativas, ¡qué amables ellos!
  • Para terminar el cuadro, tenemos al personaje de la derecha. Es el que me inspira la respuesta que muchas veces le daría a los Papás Pitufos, pero vaya, que me suelo cortar... que si no...

Y es que, yo me pregunto: ¿porqué la gente tiene la costumbre de afanarse en educar, o enseñar, o qué se yo, a los bebés/niños aún ante las atónitas narices de sus padres? Os voy a poner unos ejemplillos de las cosas que Pablo y yo oímos con frecuencia, y me ponen de color pitufo:

  • Noooooo, a la boca noooo!: Cuando Pablo descubrió que sus manitas y deditos eran suyos, pasó una etapa en la que se le dio por meterlos en la boca y saborearlos. Normal, ¿no? Pues se ve que para muchos no, porque siempre había algún espontáneo que le decía "no se chupan los dedos", aun viendo que yo le dejaba hacerlo. Incluso tuvieron que ver mis ojos cómo le sacaban la mano de la boca repetidas veces, a lo que yo les contestaba: Pero déjalo, que los dedos son suyos! Pero nada, ni caso. Esto no sólo pasa con los dedos, porque el mundo está lleno de cosas dignas de conocer, y una buena manera de hacerlo suele ser pegarles un rechupeteo. Y si no es peligroso, ni está sucio, ni es su ropa que corra peligro de quedar empapada, pues siempre le hemos dejado. Ahora ya no lo hace tanto, porque se ve que manipular las cosas, cogerlas y soltarlas, va cobrando más importancia. Todo el mundo sabe que la fase de meterlo todo en la boca la pasan todos los bebés, y está más que demostrado en que ellos solos la abandonan sin que nadie tenga que insistirles. 
  • Eso no se toca: Cuando se trata de algo que no pertenece al que opina, y la madre deja que el bebé lo coja tan tranquila, ¿para qué va a venir otro a quitárselo? No me lo explico...
  • ¡Coooooome, que hay que comerlo todo!: Comer con público puede llegar a ser un poco estresante. Lo bonito del caso es que el mío es un niño con bastante buen apetito, que come tan tranquilo lo que le ofrecen hasta que decide que no quiere más, ya sea de su propia mano como lo que le damos con cuchara. Pues bien, incluso con el niño comiendo encantado, se escucha de fondo la famosa frase. Debe ser un tic, una manía que ha adquirido la generación anterior a la mía y ya no pueden soltarla...
  • Paaaaaablo, noooo, ¡no hay que enfadarse!: Bueno, bueno, bueno... esta es taaaaaan típica... Parece que los niños no tienen derecho a enfadarse. Los adultos sí, claro, que medimos más, pero los niños, que tienen menos madurez y recursos (y no entienden cosas como, un suponer, que no puedes darles un cuchillo para jugar) no se pueden enfadar que eso incomoda mucho. Hay que ser más reprimiditos...
Habrá quien me diga que como el niño es aún pequeño no importa mucho porque no lo entiende, pero es que está clarísimo que estas cosas y muchas más se las seguirán diciendo a medida que crezca. A mí me fastidia bastante, la verdad, porque Pablo escucha demasiados "no" para mi gusto, y la mayoría no vienen ni del padre ni de mí, que sólo los usamos cuando el niño corre un peligro, o, por ejemplo, lo corren las gafas de su padre (es una batalla que PapádePablo de momento va perdiendo, jajaja). 

En fin, hay una serie de cosas que nosotros decidimos que no se pueden hacer. Pero nosotros, como padres, que sabemos qué educación queremos darle a nuestro hijo, no todos los demás. Los demás que le cuenten cosas, que jueguen, etc... PapádePablo me dice que no me moleste, que es una batalla perdida. Creo que tiene razón, pero vaya, ¡de escribir un post no me quita nadie! XDDDD

8 comentarios:

  1. Jajaja, lamento decirte que cuando crezca será igual, ármate de paciencia y piensa alguna frase asertiva que soltar cuando sea necesario... Yo, por ejemplo, cuando algún conocido intenta obligar a Juanito a dar un beso suelo decir que está resfriado para que le dejen en paz, jejeje
    Un beso!

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    1. Ooooooh, pues esa del beso me la apunto. Precisamente acerca de los besos tuve una discusión hace un par de semanas, y era la única que opinaba que a los niños hay que darles espacio y que los besos mejor que salgan del niño. Argumentaban que da gusto pedirle besos a un niño y que te los de, parece que el gusto del niño no importaba tanto... en fin, paciencia...

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  2. Di que sí, por lo menos te queda la vía de escape del blog.
    Yo lo que no soporto es que tenga que besar a gente que no conoce, para un niño tan pequeño un beso es una verdadera demostración de afecto no entiende de normas sociales.

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    1. Uy, está claro que lo de los besos es un tema candente. En su día me dará para otro post seguro, porque yo tampoco estoy por la labor...¡y con lo bonitos que son los besos espontáneos! :)

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  3. Yo recuerdo ser muy muy pequeña y tener un dedo en la boca (mordisqueándome una uña o yo qué sé) y venir un desconocido, darme en la mano y decirme que no me metiera las manos en la boca. Yo no entendía nada, miraba con estupor en plan "y este señor quién es y porque me riñe a mi si no lo conozco de nada!!??". No me gustó un pelo!
    De verdad a la gente le cuesta taaanto no meterse donde no la llaman?? Voy a sufrir!

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    1. Bueno, te diré que en mi caso los que más se meten son conocidos, pero desconocidos también hay. Y veo escenas con niños más mayores, en las que una desconocida les suelta eso de: tan mayor y aún... (con chupete, en brazos, lo que sea...)? O en un bar, a un niño de una amiga decirle una conocida: ¿No irá siendo hora de que aprendas a hablar? A tu edad y no hablas...

      Pero bueno, no te estreses, piensa que cuando son desconocidos como ese que te asaltó, es más fácil decirles que mejor se metan en sus asuntos. Con la gente cercana es más peliagudo...

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  4. Me acordé de este post hace un ratito cuando escuche a una señora mayor (una de las churreras) decir: "estos niños mimados" "asi se estropean los niños" "despues no quieren a nadie"

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    1. Ay, la pobre... qué sabrá la buena señora esta de niños... Yo casi que voy a seguir "estropeando" a Pablo, por si las dudas, jajajajaja.
      Un besito, guapa!

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